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La cantante alicantina, nacida en Madrid Rosa Spiteri en una de sus actuaciones musicales.
Es soprano lírica. De Alicante. Puede interpretar jazz, boleros, tangos o coplas. Canta melodías que despiertan aplausos en los asientos de bares, hoteles, salas de fiesta o cruceros de vacaciones en el mar. Se llama Rosa Spiteri. Anoche pudimos verla. Tiene un chorro de voz que sale e inunda a los espectadores.
Interpreta a su modo. Así canta A su manera. Ofrece calor al público y éste se lo transmite con afecto. Rosa abraza a quien escucha. El espectador abraza a Rosa después de oír Abrázame y otras canciones como El día que me quieras. La artista alicantina y el público se quieren, se desean mutuamente.
Se la escucha en inglés o en español. Da vida a Frank Sinatra y toma una copa junto a él cantando Something stupid, o despierta a Nat King Cole y a su Unforgettable. La sensualidad y el romanticismo de Night and day... "Te vas porque yo quiero que te vayas". Es decir, La media vuelta. Pero nadie le da la espalda ni quiere que se marche.
No pretende ser Luis Miguel, ni Cole Porter o Ella Fitzgerald. Regala María la portuguesa, Y sin embargo te quiero... No. No trata de imitar a Carlos Cano, a Concha Piquer, a Rocío Jurado o a la Pantoja. Simplemente es Rosa Spiteri. Lleva la orquesta en la mochila y se embarca para amenizar a la clientela.
No la abandonaron en un trasatlántico como al personaje de Novecento, el de La leyenda del pianista en el océano. Es la cantante de la embarcación. El buque es su casa durante varios meses al año, y los pasajeros representan las ventanas al mundo. Novecento no se atreve a ser como los demás ni a abandonar el barco en el que viajan elegantes burgueses y emigrantes hacia Estados Unidos. Desde comienzos del siglo XX.
Rosa sube y baja, entra y sale por la pasarela... La música es uno de esos refugios donde poder instalarse y soñar en medio de la marejada terrestre para no naufragar del todo. En medio del agua para seguir navegando con una sonrisa. La dulce sonrisa de Rosa Spiteri. Todos piden otra al terminar su actuación. Siempre. Aunque nos cante Solamente una vez mientras bebes.
No es Roberta Flack. Es una aromática flor. Está como una rosa y nos ayuda a verlo todo con ese colorido. Suavemente me mata con su canción... En realidad imprime viveza. Rosa da impulsos a su manera. A todo aquel que tiene el gusto de escuchar su voz y el repertorio de variadas canciones que lleva en su aventurero equipaje musical.
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